viernes, 1 de agosto de 2008

Haight Ashbury

Allá vivían mis hermanos los hippies. También llegó el movimiento Beat. Todo era psicodelia y color, alegría y movimiento, aunque al final llegó a ser un completo descontrol. Al principio emergían bandas como Grateful Dead, Jefferson Airplane, Quicksilver & The Messenger Service, The Mamas And The Papas, Big Brother & The Holding Company...Las drogas psicodélicas abundaban, y eran tiempos de paz por allá creando nuevas formas de música y experimentando también con la pintura y la poesía. Era un vive y deja vivir, una nueva forma de ver el mundo, una lucha contrala sociedad, la contracultura. Las ropas eran coloridas, extrañas, con numerosos accesorios como collares, pulseras, anillos, tobilleras...Se llevaban ponchos y túnicas muy cortas, o largas, pantalones estrechos y un anchos por abajo, de rayas o cuadros, con grandes cinturones, y cintas de flores y colores en el pelo. Algunos no iban ni vestidos, cada uno elegía lo que quería hacer y cómo quería hacerlo, lo que quería ser, y cómo quería vivir su vida, y todo el mundo respetaba. Poco a poco y sin darse cuenta, la situación de absoluta tolerancia y libertad se fue convirtiendo en anarquia y libertinaje. Las drogas empezaban a mandar y cada vez abundaban más, tanto que todos los habitantes de Haight Asbury llegaron a ser consumidres de droga, imagínense un pueblo con todos vagndo por las calles drogados a todas horas sin siquiera saber de dónde provenía la droga que consumían, por que ya la metían en la comida y en la bebida los fabricantes. Pero antes de que el caos llegara, era un lugar maravilloso para pasarlo bien y experimentar nuevas formas de manifestarse haciendo arte. Lo que no lo supieron controlar. Mientras que todo esto ocurría se fueron muriendo las grandes estrellas del movimiento hippie, Jimi Hendrix, Janis Joplin...Y con ellos se fue icho movimiento. Aunque Janis Joplin fue la Reina de los Hippies no era hippie exactamente y no consumía drogas psicodélicas, su droga era el alcohol, y no sospechaba que una mezcla tan explosiva como es el alcohol y la heroina mal cortada la matarían justo esa noche del 4 de octubre de 1970, antes de poder acabar el que sería su último álbum que jamás vería acabado. Haight Ashury no volvió a ser lo que era nunca, pero pensemos que fue bonito mientras duró.

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